Bizcochitos de atún y cebollas nuevas

A mi sobrina le han regalado un libro de bizcochitos dulces y salados con sus correspondientes minimoldes, así que hoy nos hemos decidido a hacer una de las recetas que nos ha parecido estupenda.

El resultado ha sido fantástico y cuanto menos sorprendente, así que quiero compartir esta receta con vosotros a la que le hemos dado nuestro pequeño toque innovador.

Se pueden servir, dependiendo del tamaño, como aperitivo o como primer plato acompañado de una ensalada verde.

 

Ingredientes para 12-16 minibizcochitos

·         Moldes pequeños de silicona o metálicos (alargados o redondos)

·         100g de atún en aceite

·         125g de cebollitas nuevas  (peso entero)

·         2 huevos grandes. Si son pequeños 3

·         50g queso gruyere rallado

·         50ml nata líquida

·         75g harina de respostería

·         ½ bolsa de levadura royal (8g aproximadamente)

·         50ml de aceite de oliva + 1 cucharada

·         Sal y pimienta recién molida

 

Elaboración

Tiempo de preparación: 30’
Tiempo de cocción: 25-30’

Precalentamos el horno a 180ºC.

Recortamos las cebolletas dejando 1cm de tallo. Si son grandes las cortamos longitudinalmente y luego en rodajitas. Las cocemos a fuego muy lento durante unos 10-15’ con 1 cucharada de aceite de olliva hasta que estén tiernas.

Escurrimos el atún y lo desmenuzamos un poco con el tenedor separando las lonchitas.

Cascamos los huevos en un bol y los batimos con la nada. Mejor si nos ayudamos de una batidora eléctrica. Sin dejar de batir, incorporamos la harina con la levadura, el aceite y el grouyer rallado. Salarlo ligeramente y sazonarlo con pimienta recién molida. Lo mezclamos todo muy bien y lo dejamos reposar 15’ en la nevera.

Una vez pasados los 15’ añadimos el atún y las cebolletas a la masa y la mezclamos suavemente. Vertemos el preparado en los moldes previamente untados con mantequilla y enharinados, rellenando un poquito más de la mitad.

 

Horneamos de 25-30’ según el tamaño de los moldes o hasta que estén dorados. Comprobamos la cocción pinchando los bizcochitos con una aguja limpia: debe salir limpia.

Los dejamos templar, los desmoldamos y los colocamos en una rejilla para que se acaben de enfriar.